Texto integro de la intervención en pleno municipal 11-10-2024 sobre la Iglesia de la Vera Cruz

Buenos días, Sr. Alcalde, señoras y señores concejales:

Desde la Asociación por el Patrimonio de Valladolid, agradecemos la oportunidad  de poder participar en este pleno,  del cual,  agradecemos también  que   se   haya   considerado  su   celebración,  en   virtud  de   la transparencia y de  la  necesidad de  esclarecer los  hechos referidos  al colapso de la cúpula de la Iglesia Penitencial de la Vera Cruz.

Unos  hechos que  han  dado  lugar  a  un  desastre patrimonial sin precedentes, en lo que llevamos de siglo  en la ciudad  de Valladolid. Unos hechos que  no vienen  sobrevenidos por una  acción física  externa, como puede ser un desastre natural, o cualquier suerte de accidentalidad. En el caso de  la Iglesia de  la Vera Cruz y el colapso de  su  cúpula, a  la naturaleza de un bien patrimonial de 1595, con sus desgastes estructurales y la fragilidad con el paso de los siglos, hay que añadir un cúmulo de errores y negligencias que bien se pueden incorporar en la minuta de la propiedad del bien inmueble y de la administración pública responsable, en este  caso el Ayuntamiento de Valladolid.

Estamos ante  un bien,  la Iglesia de la Vera Cruz, que  carece de la máxima  figura de  protección jurídica:  Bien de  Interés Cultural  (BIC). Sin embargo, todo el bien y su área  perimetral, se integran en él área  Ochavo- Platerías,  con  figura  de  protección  BIC.  Es  por  ello,  por  lo  que  esta asociación ha  insistido  en  sus  diferentes comunicados públicos en  dos cuestiones:

–     ¿Cómo  puede  ser,  por parte  de  la propiedad,  que  no  se haya solicitado la declaración de BIC de la Iglesia de la Vera Cruz, ante la naturaleza del propio bien inmueble y su relevancia histórica, monumental e identitaria?

–     ¿Cómo  se permite  por parte del  Ayuntamiento  de  Valladolid  el inicio de las obras con una Declaración Responsable de Obras y Usos  (DROU)?

Respecto a la primera  pregunta, queremos incidir en que  los filtros para  el inicio de  la obra  de  restauración, siendo  BIC hubieran sido  más rigurosos  y selectivos por parte  de la administración competente, en este caso la Junta  de  Castilla  y León, a través  de  la Comisión  Territorial de Patrimonio. Con el filtro BIC, la obra no se hubiera iniciado en precario. Queremos decir “en precario” porque hemos observado las fotografías que se hicieron públicas a posteriori del siniestro, con los bienes muebles del interior del templo sin una mínima protección: Algo escandaloso.

¿Alguien  con  un  sentido de  responsabilidad  patrimonial  hubiera permitido tal descuido? Mal por la propiedad. Muy mal. Mal por la empresa ejecutora.  Muy  mal.   Mal  también,  muy  mal,   por   la  administración garantista,  el  Ayuntamiento  de  Valladolid.  Señoras, señores,  con  una Declaración Responsable de  Obras  y Usos,  se  hacen las  reformas, por ejemplo, de las viviendas, y sus propietarios particulares son responsables de preservar sus muebles, bienes y enseres.

¿Cómo se puede permitir dejar al descubierto el conjunto escultórico de la Iglesia de la Vera Cruz y sus retablos?

Los daños  de  la Vera Cruz se trasladan  también  al exterior  del templo. Es  evidente  la  amputación  del  paisaje   visual  del  conjunto histórico y monumental de  la  calle   Platerías. Un paisaje inalterable durante siglos, y que ha formado  parte  del legado identitario  secular de la ciudad  de Valladolid. Un colosal planteamiento urbanístico del s. XVI, con el  eje  de  Platerías reconocido en  el  s.XX como  BIC. La propia  Ley de Patrimonio  de Castilla  y León, competente en la materia, recoge  faltas  y

sanciones en las infracciones que  den  lugar a la destrucción parcial  del patrimonio protegido, como es el caso que nos ocupa.

La ciudadanía de Valladolid, se ha visto perjudicada, en sus señas de identidad, por la desaparición de la cúpula y linterna de la Vera Cruz. Bastante daño  se ha hecho ya al patrimonio de Valladolid a lo largo de la historia, para que en pleno siglo XXI sigamos mirando hacia otro lado.

Con este escenario imprudente, y carente de prevención, nos preocupa el futuro de las dotaciones económicas con fondos públicos destinadas a  la  conservación y restauración del  patrimonio monumental y religioso de la ciudad.  En el caso de la Iglesia de la Vera Cruz se han recibido 150.000 euros de la Junta de Castilla y León. A la vista está, que  el mantenimiento de  estos bienes no  puede estar en  manos ajenas a  especialistas en  conservación y restauración patrimonial. No pueden quedar en manos de una propiedad que no hace  bien los deberes, y una administración local descuidada en las concesiones de permisos, o la paralización de las obras  en virtud de  sus  propios  y rigurosos  criterios técnicos. Por ello, proponemos un Plan Patrimonial  para la ciudad  de Valladolid,  con  especial recelo  en el patrimonio vinculado  a la Semana Santa. Si la apuesta del Ayuntamiento de Valladolid es firme con la Semana Santa, con incrementos de hasta 60.000 € en su promoción en el presente ejercicio,  no menos firme debe  ser  la apuesta por  la prevención de  los daños patrimoniales en conservación de los bienes muebles e inmuebles de  propiedad privada  vinculada a  la Iglesia y a  las  Cofradías. Un plan riguroso, con un modelo preventivo de gestión patrimonial. Un modelo con inspecciones técnicas periódicas y un seguimiento de todos los bienes muebles e inmuebles por personal de alta cualificación en conservación y restauración. Esto no restaría capacidad para disponer de un mayor registro de bienes patrimoniales protegidos con la máxima figura de protección, el BIC. Esto sí haría “Marca de Ciudad”.

Este   plan   sí  permitiría   dinamizar   el  sector  de   la  conservación patrimonial como nicho de empleo estable y por lo tanto una nueva fuente de riqueza  con retorno. Lo que se gastan en la gestión  y reposición de un desaguisado como el de la Vera Cruz, tendría una mayor amortización en la ciudad con un plan preventivo.

Con  un  plan  preventivo  de  naturaleza patrimonial,  y con  mayor protección, los propietarios se verán obligados a lo que  les corresponde: Administrar con rigor y con responsabilidad su propio patrimonio.

Hagamos un ejercicio de reflexión, aprendamos de los  errores, hagamos políticas preventivas y educativas en materia  patrimonial y depuremos responsabilidades, como en el caso que hoy nos ocupa.

Buenos días y muchas gracias

Asociación  por el Patrimonio  de Valladolid. Valladolid, 11 de octubre de

2024

PEÑAFIEL punto negro en cuanto a la conservación del patrimonio histórico.

Nuevamente PEÑAFIEL es un punto negro en cuanto a la conservación del patrimonio histórico.

Recientemente, el Ayuntamiento ha obviado el delito en un Yacimiento Arqueológico, en el término municipal de Peñafiel, catalogado como BIC como es Pintia, de quien gestiona la finca (que no propietaria).

https://www.diariodevalladolid.es/…/agricultor-destruye…

A esto se suma la ejecución de obras, sin medidas preventivas en forma de área de cautela arqueológica, en la Iglesia de Padilla de Duero (localidad perteneciente a Peñafiel) y dañada doblemente su patrimonio en un corto espacio de tiempo.

Se aprueba el gasto para eliminar humedades y se termina tirando restos óseos humanos al contenedor de obras (ver foto)

Estas actuaciones en Padilla de Duero (tanto en la Iglesia como en el Yacimiento de Pintia), están subvencionadas por la Diputación Provincial de Valladolid, ya que son elementos importantes de la provincia de Valladolid, aunque poco apreciados por el Ayuntamiento de Peñafiel

Recordamos, que las obras deben tener un control arqueológico supervisado por el Servicio Territorial de Arqueología de la JCYL y, de lo que se encuentre, llevarlo al Museo De Valladolid, algo que en el Ayuntamiento, ningún responsable técnico y/o político, debe querer saber, así como la empresa adjudicataria. (ver informe)

Una vez más, es claro que se necesita #EducaciónPatrimonial, especialmente en Peñafiel, cuyo Ayuntamiento no valora el #PatrimonioArqueológico.

Y no lo decimos nosotros, lo dice su PGOU y la Ley 7/2024, de 20 de junio, de Patrimonio Cultural de Castilla y León.

Recordamos al Ayuntamiento de Peñafiel, que «modificar los contextos sin un procedimiento adecuado provoca una pérdida irreparable desde el punto de vista científico y patrimonial. Por ello, se puede considerar que se ha producido un daño difícilmente restituible: la pérdida de información»…. escrito por el Arqueólogo responsable.

Yacimiento de Pintia: del arquetipo al ideal.

Yacimiento de Pintia: del arquetipo al ideal.

El pasado domingo 12 de mayo la Asociación organizó una visita al yacimiento de Pintia, zona arqueológica y BIC, dentro de las actividades de divulgación y conocimiento que realizamos.

La arqueóloga nos introdujo en el mundo Vacceo y en el pasado de Pintia con pasión, conocimiento y enorme capacidad divulgativa, sobre todo, teniendo en cuenta los medios que disponen para ello, tanto en el Centro de Interpretación como en el propio Yacimiento.
Nuestra misión no es alabar ni calificar en alta estima el trabajo de la Asociación Cultural, de D. Carlos Sanz, director del yacimiento, y su equipo ni de las visitas, guías ni profesionales que nos abren las puertas de sus casas en nuestra provincia, que así lo es.
Tampoco realizar un estudio científico ni divulgativo especializado sobre por qué es importante un bien material o inmaterial y cuáles son las características especiales que lo hacen así.


Sin embargo, sí es denunciar o advertir de las notables carencias que venimos poniendo encima de la mesa a las administraciones públicas y a la sociedad civil y en las cuales Pintia es el arquetipo del estado de nuestra tierra:

1-Falta de inversión en la compra de los terrenos del yacimiento:
45 años después (sí, cuarenta y cinco años) de iniciar la actividad arqueológica menos del 5% de los terrenos donde está la ciudad de Pintia son públicos, teniendo el mismo una extensión de 121 has.
¿Consecuencias?: la última de muchas, el destrozo realizado por un propietario en enero/24 metiendo riego por tubería subterránea en parte del mismo, para plantar viñedo en regadío. ¿Verdad que es lo más adecuado?


2- Falta de inversión anual en el desarrollo del proyecto arqueológico:
Según la información que proporciona la Asociación Cultural Pintia, el yacimiento no recibe aportación económica alguna de la Junta de Castilla y León ni del Ayuntamiento de Peñafiel, siendo la aportación de la Diputación de Valladolid de 15.000€ anuales.
La supervivencia del yacimiento se reduce a la aportación de fondos por parte de instituciones privadas, fundamentalmente algunas empresas bodegueras de la comarca, de los cursos nacionales e internacionales quienes a través de la Universidad de Valladolid, capta a investigadores y docentes para trabajar sobre el terreno y de las donaciones directas por particulares que pueden con la misma acogerse a las deducciones de IRPF.
El impulso que recibió el Yacimiento en los años 2000 con apoyo y financiación de Caja España con sus programas DOCEO (dirigido a escolares de 10 a 14 años) desapareció al mismo ritmo que la entidad financiera, es también reseñable por cuanto la extinción de las Cajas de Ahorro regionales y su obra social, al nivel de divulgación y apoyo a iniciativas culturales, ha hecho un daño irreparable y no sustituido por ninguna otra institución financiera.
¿Consecuencias?: la última campaña tuvo el objetivo de 80 metros cuadrados de estudio, lejos de los 300 de sus mejores años.


3- Falta de medios vigilancia e I+D en la divulgación y visita del yacimiento:
No hay cámaras de vigilancia, no hay vigilantes, no hay ni siquiera un puesto automático de bebidas, la mercadotecnia es escasa, las instalaciones del centro de interpretación no pueden estar más ajustadas y aprovechadas.
¿Consecuencias? constantes daños por parte de “piteros” con sus detectores y expolios del yacimiento ante la falta de vigilancia a distancia con la tecnología actual ni física en el mismo yacimiento.
En el plano de la divulgación: ninguna tecnología aplicada como las experiencias 4D con producción de documentales y edición como lo tienen algunas bodegas, ninguna aplicación de realidad virtual sobre el terreno para hacer más fácil y atractiva la visión del mismo más allá de los niveles de estructura de las estancias y calles o necrópolis, ninguna representación de la vida cotidiana con actores en vivo, etc, etc, etc


4- Falta de visión a l/p sobre la aportación tractora del patrimonio como elemento de fijación de población y creación de valor añadido:
No existen empresas alrededor dedicadas a la producción de contenidos, de visitas, de tecnologías aplicadas al terreno, ni de contenido turístico propiamente dicho o de contenido académico, porque los Vacceos y el cultivo del vino y los banquetes y sus gustos culinarios nada tienen que pueda aprovecharse de las malditas sinergias ¿verdad?

Cualquiera, hasta nosotros, puede entender por dimensión humana y mundial, que no todo puede ser Atapuerca. Pero si es el ideal y ese es el objetivo: conseguir que Pintia y otros muchos, como por ejemplo, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, el Soto de Medinilla, otra vergonzosa inacción vallisoletana se acerquen al ideal con pasión, conocimiento y voluntad.
Tomando prestado el párrafo a un famoso escritor, queremos dedicar este texto a la cuadrilla de embusteros y sinvergüenzas de los sucesivos ministerios de educación y cultura, de las distintas conserjerías autonómicas, de las corporaciones municipales y aquellos que desde donde sea, influyen en el catastrófico estado de nuestro patrimonio y no anteponen los constitucionales intereses generales a los particulares, robándonos lo nuestro, lo tuyo y lo mío.

Dia regional del patrimonio: manifiesto federación regional

Bajo el hastag #UnaHerenciaSinHerederos en redes sociales, podeis compartir vuestras opiniones y reflexiones. Aquí os dejamos el manifiesto de la federación regional al que nos adherimos .

UNA HERENCIA SIN HEREDEROS

Asistimos con preocupación a una fase avanzada de pérdidas: El patrimonio y el legado material e inmaterial en todo el marco territorial de Castilla y León, corre riesgo de caer en el olvido, o de entrar en una dinámica de pérdidas irrecuperables.
Medio Rural y ámbitos urbanos asisten a una paulatina transformación que se sustenta en la pérdida de bienes, de identidades y de revalorización del espacio físico a partir de prácticas poco armónicas con el cuidado y acervo de nuestra identidad paisajística rural y urbana.
Una herencia sin herederos, tanto en cuanto asistimos a dos patrones demográficos:

  1. Amplios territorios con saldos demográficos en negativo y un paulatino envejecimiento
    de la población.
  2. Concentraciones urbanas en cuyos centros históricos asistimos a una precarización de
    bienes inmuebles en situación de abandono, y de saldos demográficos negativos en una
    voluntad inequívoca de turistificar y franquiciar los núcleos de ciudades intermedias y
    capitales provinciales. Algunas de ellas ostentan figuras de protección auspiciadas por
    organismos internacionales como UNESCO. ¿Qué modelo de ciudad estamos
    construyendo para estos núcleos urbanos que acogen un legado monumental e
    institucional secular y milenario?
    Las extensiones urbanísticas y las ausencias de figuras de protección están invisibilizando, hasta su desaparición, bienes patrimoniales industriales que fueron artífices de una transformación parcial del tejido castellano y leonés, que pasó de ser eminentemente agrario, a tener un desarrollo industrial que dejó una huella pretérita y que es justo reconocer como un contexto histórico relevante para su dinamización y creación de riqueza: Un claro ejemplo es la llegada del ferrocarril en el s.XIX.
    Herencia sin herederos en numerosos núcleos rurales. Comunidades que se descomponen de capital humano dando lugar a bienes que, sin un uso continuado, acusan un abandono para el que no fueron concebidos.
    Herencia sin herederos mientras no haya una sociedad civil dispuesta a ser dique de contención del desgajamiento identitario de Castilla y León. Así, desde esta Federación Regional por el Patrimonio de Castilla y León, abogamos por el modelo de “Comunidades Patrimonales” que pongan en valor el patrimonio material e inmaterial de manera transversal e intergeneracional.
    Una puesta en valor que no se sustenta únicamente en la generación de riqueza desde el turismo y el teórico dinamismo económico que genera apetecibles políticas institucionales. Puesta en valor, desde abajo, desde la horizontalidad de una sociedad orgullosa de su legado, e identificada con los valores que han construido una comunidad de apego al territorio sin necesidad de que este sea vendido a cualquier precio.
    El vasto patrimonio inmaterial, así como los usos y costumbres de nuestras generaciones
    predecesoras corren un serio riesgo de caer en una espiral de pérdidas irrecuperables. Volvemos por lo tanto a expresar: Herencia sin herederos. Herencia que corre riesgo de perderse en el equivocado sumidero de la capciosa afirmación de que es tanto el patrimonio de nuestro territorio, que es imposible mantenerlo para una herencia justa.
    Herencia sin herederos tanto en cuanto no se establezca un Plan Regional de Educación
    Patrimonial. Un plan que se enfoque desde los ámbitos de la educación formal escolarizada con el complemento de la educación informal en la educación de adultos. Desde la Educación Social, y el trabajo técnico y asesor de investigadores, restauradores, artesanos, arqueólogos, arquitectos, historiadores, historiadores del arte, antropólogos, etnógrafos, gestores culturales, comunicadores, y tantos oficios y perfiles profesionales como se entiendan en un sumatorio de conocimientos que permitan, junto a la ciudadanía, ponerse en el centro del tablero del cuidado, la investigación, la enseñanza y la divulgación patrimonial.
    Herencia sin herederos si permitimos que lo desconocido se desprecie y lo conocido se convierta sólo en un recurso de dinamización económica.
    Herencia sin herederos si no se articulan comunidades patrimoniales de personas, colectivos e instituciones, como las entidades locales, y otros organismos públicos, coordinados y partícipes en la gestión patrimonial que requiere una herencia justa, digna, responsable y acorde a la historia y al legado recibido.